Hojas matutinas 14

 2o. día en el paraíso.

8:49

Ayer ya no alcancé a terminar, o si terminé, ya no sé, el caso es que llegó Carmelo.

Vaya fiesta la de ayer, muy elegante, quizá la fiesta mas elegante a la que yo haya ido. La pasamos muy bien solo que Susy se cansó, y la verdad como que una parte de mi tenía ganas de seguirle.

Llegó Susy, ya son las 9:45 y retomo, algunas ideas que tenía ya se me fueron. Pero he recordado una idea que he tenido desde que llegamos a esta casa y es la de la diferencia económica de las personas, en si eso de verdad es un problema sin solución.  Lo he pensado al ver como Mario ha lo grado tener una posición económica muy buena comparado con lo que yo he hecho, que considero es nada o al menos es ilusorio.

En fin, al pensarlo e es difícil conciliar el tamaño y lo grande con las facilidades que tiene esta casa con las condiciones en las que vive la familia encargada de cuidarla, y me hace pensar en el abismo de las oportunidades y libertades   entre las dos familias y también en caja otro pensamiento que desde hace días me ronda la cabeza y es que ante la muerte todo se iguala.

¿Es lo justo que las cosas sean así de diferentes para unos y para otros?¿Es la recompensa de tener las cosas al esfuerzo de algunos y le flojera o apatía genera la pobreza?¿hay alguna especie de justicia que fluye en la vida donde muchas generaciones pagan la pereza de algunos?¿en esa línea de justicia donde estoy ubicado?¿voy para arriba o voy para abajo?¿hasta que punto  ale la pena el esfuerzo de subir?

Ayer en la fiesta hubo momentos en los que pensé que Mariana merecía su fiesta y en que quizá no me esforcé lo suficiente para que la tuviera. 

No se siquiera si vale la pena intentar responder a esas preguntas y si no debería mejor ponerme a trabajar en producir dinero para intentar escalar esa cuesta de ascensión económica, los coaches del desarrollo personal dicen que sigas tus sueños, que insistas en lo que quieres y que el dinero llegará por añadidura, suena bonito, pero la verdad ahora no lo creo, creo que requiere alguna especie de sacrifico humano, un símil de lo que hacían los aztecas, ofrecer alguna parte de tu corazón o del de alguien mas para que tus cosechas personales sean buenas.


Sacrificio.

Descalzo,

pegoste de sangre coaugulando,

tarde oscureciendo, 

la cara pintada viendo hacia arriba,

cansado completo de batallas a

medio pelear.

Igual que los ancestros el corazón mio y de los mios

vengo a entregar

tengo que entregar.

La piramide espera el sacrificio

garantiza buenas cosechas para los tlatoanis

y si llega a sobrar algo que a mi otro escalón me ayude a subir.

Las dos opciones del engaño

que en realidad solo una es: 

el sacrificio se hará con tu voluntad o sin ella

esos corazones tomará.

Si te la juegas a lo mejor recompensa habrá,

si no cooperas tus corazones mas la libertad tomará.

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