charla Padre Patrick La prisión como símbolo
La prisión como símbolo.
La iglesia ha considerado la vida humana como prisión, que la muerte nos liberará de la prisión de nuestro cuerpo.
Nuestras limitaciones se puede considerarse como prision así como la enfermedad que crea una barrera entre nosotros y las personas sanas, bloquea nuestra libertad, deprime y entristece.
También cuando a trabajar no logramos hacernos entender.
Y por el contrario hay muchas personas que estando en prisión viven como si no estuviesen ahí.
Entonces ¿Cuál es mi actitud ante las limitaciones y las barreras?
Es muy útil este examen de conciencia y saber que aunque estén disminuidas mis libertades no me impide dar amor al projimo.
Nuestro modelo de comportamiento en la prisión ( en enfermedad o con limitaciones) es Jesús, San Pablo y San Ignacio.
Jesús al ser apresado y sabiendo el sufrimiento que le espera tiene la calma y la libertad interior.
Pasa también con San Pablo, en prisión orando intensamente cuando ante un temblor las puertas de la cárcel se abren, evita que el carcelero se suicide y en lugar de escapar y provocar su muerte le transmite La Palabra.
Con San Ignacio es más humano, lo confunden con un espía , al ser apresado su actitud es de contento y alegría ya que recuerda a Cristo cuando fue apresado. Nunca aceptó abogado defensor y se abandona en manos de Dios, duró 40 días preso, lo liberan y viaja a Salamanca donde es nuevamente apresado. San Ignacio vice la prisión con paz interior por que lo hace por amor a Dios.
Nosotros podemos tener esa experiencia de prisión en la soledad, incapacidad o la enfermedad y transformarla en parte de nuestro peregrinar al ofrecerla por amor a Dios.
Al sufrir el dolor nos ligamos a la pasion de Cristo y la hace más sublime.
José como instrumento de reconciliación.
Después de vivir la prueba de la prisión José está listo para vivir su misión.
A los 30 años predice los 7 años de sequía, se convierte en gobernador de Egipto.
Los hermanos de José se presentan ante el, sin reconocerle, José tiene la opción de castigarle pero prefiere provocar un camino de reconciliación.
Nosotros podemos realizar nuestra propia confesión al principio como una confetio laudis una confesión de alabanza y agradecimiento a Dios y terminar con una confetio fide o confesión de Fe.
José además de reconciliarse con sus hermanos, se reconcilia con su Padre, eso puede significar que si nosotros nos reconciliarnos con nuestros hermanos estaremos en disposición de reconciliarnos con el Padre (Dios). El amor que aprendió su Padre lo preparó para siempre tener confianza en Dios y no perder rumbo.
Tarea: releer Génesis capítulo 42 José y sus Hermanos. Y analizar si nos hemos comportado como los hermanos de José o si se han comportado así con nosotros, ver como podemos reconciliarnos como José hizo con sus hermanos.
https://www.bibliacatolica.com.br/biblia-latinoamericana/genesis/42/
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