Camino a San Juan

1a. Parte: Los 4 primeros viajes.

“EL QUE NO ESCRIBE LO QUE VIVE SE ATRAGANTA”  (No Conozco el autor)

En esta ocasión el viaje a San Juan fué de voluntad propia, hace dos semanas estaba buscando un pretexto para no ir, la verdad es que me daba mucha flojera, sobre todo por que este año que terminó hice muy poco ejercicio. Mi hermana Fátima fué la que me invitó en repetidas ocasiones a ir a caminar para prepararnos para la ida, y la verdad es que aprendí una cosa muy importante si vas a hacer una caminata de 90 kilómetros sin prepararte es muy fácil que no termines y te lesiones, y es muy fácil, con unos cuatro fines de semana de anticipación caminar el primero 7 kms, el segundo 14, el tercero 21 y el cuarto 28 km, ayudan enormemente para que el camino no sea tan pesado.

Fue, como otras veces, una experiencia única, esta es la 5a. vez que lo intento, la 1a. iba con Miguel y Oscar (ex-empleados míos), nos fuimos una o dos semanas después de la última salida y nos perdimos, caminamos algo así como 4 o 5 horas de mas, así que yo no pude mas y mas o menos como a la 3a. parte del viaje, yo no la creía, y pensaba que había llegado a mas de la mitad, se me hacía que habíamos caminado mucho para no llegar, pero la verdad es que era la primera vez y desconocía totalmente lo que el viaje entero significaba.

La segunda vez fuí con ellos también y en esa ocasión sí llegué, todo el viaje conté con la paciencia de Oscar y las últimas tres horas fueron muy duras, ya que yo pensaba que ya casi llegábamos y faltaban mas de dos horas para llegar, así que el último tramo se me hizo eterno.

La tercera vez fuí con mi hermana Fátima y como una hora antes de llegar a lo que tradicionalmente se conoce como la mitad del viaje en la puerta del llano, ella ya no pudo más y nos subimos a un camión que nos llevó a San Juan, iba Ella y mi cuñado Israel, en ese entonces yo también iba cansado, pero sentí que podía caminar un poco más.

La cuarta vez también fué con Fátima e Israel su esposo, salimos como a las 10 de la noche y llegamos hasta la Puerta del Llano, ahí llegaron los Papás de Israel a recogerlos y yo continué, me sentía tan bien, que en lapsos comencé a trotar, una hora aproximadamente antes de llegar a la salida de la autopista hacia Guadalajara, me senté en un puesto, compre un gatorade y una sopa maruchan, y cuando iba a la mitad de la sopa me sentí muy mal, de las peores veces en mi vida, y sentía que me iba a desmayar, para esto mi hermana y mi cuñado ya venían de regreso en la camioneta de ir al templo y de comer, así que opté por que me recogieran sabiendo que me faltaba muy poco para llegar (como unas 3 horas mas y llegaba).

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