Camino a San Juan III
¿Por que comencé a ir a San Juan?
Por curiosidad, mis tíos lo hacían cuando yo era niño y siempre nos no volvía tener traían juguetitos, en especial recuerdo a un chapulín colorado de unos dos cms de alto, que en la barriga le salía un alambre agarrado a un resortito que se deslizaba en un alambre recto, si veo uno de esos lo compro. Por cierto tengo una afición por los juguetes viejos, ahora que mis niños están chicos les platico de los juguetes que teniamos y lo que nos divertiamos, ahora para reyes me compré un yoyo Duncan, me compré un azul, por que es el que mas se parece a los de aquellos tiempos (los 80’s), me acuerdo especialmente de los tonos morados y verdes secos, para mi esos yoyos eran como un sueño, como eran (y siguen siendo) muy caros solo tuve en una o dos ocasiones un yoyo de esos mi paá tenía el suyo y no me lo prestaba, así que hacia del objeto prohibido todavía mas deseado.
Así que ahora me estoy vengando con mis hijos me compré mi yoyo Duncan de color azul y no se los presto.Y lo peor de todo es que me causa cierto placer (soy malo, muy malo).
Regresando a lo de San Juan, nunca fuí de joven, el intento mas serio lo hice en la preparatoria y mi papá me aplicó su clásica técnica del super-regaño de una hora, y al acabar me decía si quieres irte vete, ya para entonces yo no quería ir a ningún lado, el caso es que me invitaron mis amigos de la prepa, se iban por la noche y ya le dije a mi papá que mejor no iba.
Hice la prepa y después la Universidad y ya no hubo ningún intento serio de ir, hace seis años con dos empleados que tenía Oscar y Migue me contagiaron su entusiasmo y por fín me animé a ir.
Ya en la entrega anterior dí una semblanza de ese intento, apartir de esa vez solo un año no lo he intentado.
Comentarios