2a parte de comentarios de Cuando Nada te basta
Este extracto se debe a que la descompostura del teléfono no me dejo publicar comentarios que ya había hecho en el desarrollo de la charla del volver.
Algún amigo me decía que siendo mas generoso mi situación económica iba a cambiar para bien, me ponía su propio ejemplo y me instaba a ser generoso con el otro y entonces mi vida iba a cambiar. Algo de convenenciero veía yo en tal intercambio con Dios: voy a ser bueno para que tu seas bueno, ante la crisis que me sucedió justo antes de la pandemia donde me llegué a preguntar si Dios no existía y si no había nadie escuchando mis ruegos y si de nada importaba ser bueno por que de cualquier manera seguía sufriendo por no poder pagar las cuentas. Encontré una respuesta inicial para salir del atolladero: si, Dios existe por que tu lo has sentido y lo has vivido, las cosas en tu vida en ningún momento han sido una casualidad conforme creces ves mas un mapa que se asoma en los sucesos de tu existencia (de dije a mi mismo) lo que puede suceder es que quizá lo económico que sufres se tan intrascendente dentro del plan de Dios que quizá no tenga la importancia que tu le das.
pg 51. Hacer apostolado es amar, un amor que no busca obligar a que el otro haga lo que le decimos, por que entonces buscaríamos la obediencia a cambio de nuestra generosidad y eso se convierte en un acto de poder y no de amor.
pg 52. ... La imagen del Dios del poder no se borra del todo, pero muy pronto queda eclipsada por la del Dios que comparte con nosotros la tarea de construir un mundo humano fundado en el amor de los unos a los otros, tal como Él nos ama. Dios no vela por sí mismo sino por el bienestar de los mas desvalidos... Dios muestra una preocupación especial por los pobres y los que sufren, y cierto recelo por los ricos, no por que sea bueno ser pobre ni por que ser rico sea inmoral, sino por que los pobres y atribulados parecen necesitar mas de sus semejantes. En términos generales son mas vulnerables, menos altaneros, todo lo cual constituye un rasgo profundamente humano.
Pg. 85. De la ausencia de deseo y la ausencia de sufrimiento budista: si eliminamos todo deseo enotnces eliminamos la posibilidad de crecer al no sufrir y aceptar todo tal y como está nos quitamos la oportunidad de crecer y acercarnos mas a Dios.
Pg. 118 del temor de Dios: el temor a Dios no es miedo, es un temor revernte, el miedo aleja, El temor reverente es un sentimiento positivo. A diferencia del miedo que nos da deseos de escapar, el temor reverente nos impulsa a acercarnos. En ves de sentir fastidio por nuestra propia debilidad valoramos algo que es muy superior a nosotros.
Pg. 145. Todos vamos a morir, pero el único remedio para curar el temor a la muerte es saber que uno ha vivido con plenitud.
... El desafío no consiste en elevarnos de la mediocridad cotidiana con un esfuerzo sobrehumano sino en encontrar algo verdaderamente humano para hacer cada día de la vida.
no se puede hacer todo pero lo indispensable es:
Entregarse a los demás.
Aceptar el dolor como parte de la propia vida.
Saber que uno ha importado.
"uno no aprecia lo que recibe sino lo que comparte."
pg. 148 "Una vida sin gente, sin las mismas personas todos los días , gente que nos pertenezca, que nos necesite, podrá ser muy rica en otras cosas, pero en términos humanos no es vida."...Lo único perdurable es nuestro vínculo con nuestros semejantes".
pg 151. ...Sin embargo debemos aprender que el sufrimiento es parte de la vida. Se nos tiene que enseñar que el dolor no es para siempre y que no necesariamente debe ser intolerable... a la larga la vida sigue su curso.
El elemento final que nos permite decir, he vivido y mi vida importó, es saber que uno contribuyó para que algo cambiara.
pag 170. ¿Acaso importa la clase de vida que yo lleve?¿Qué diferencia hay en que yo sea una una persona honesta y, fiel y bondadosa? Al parecer no hay diferencia alguna en lo relativo a mi cuenta bancaria ni a mis posibilidades de obtener fama y fortuna. Pero tarde o temprano aprendemos, tal como le pasó a Eclesiastés, no son esas las cosas que valen. Lo que importa es que seamos fieles a nosotros mismos, a nuestra naturaleza humana que requiere tales cosas como rectitud y bondad, que se distorsiona si no nos preocupamos por ellas. Lo que importa es compartir la vida con el prójimo, que podamos cambiar algo el mundo nuestro y el de ellos, en vez de acaparar toda la vida para nosotros. Lo que importa en última instancia es saber valorar los placeres cotidianos, la comida, el trabajo, el amor y la amistad, y tomarlos como un encuentro con lo divino, un encuentro que nos enseña que no solo Dios es verdadero, sino que nosotros también lo somos. estas son las cosas que importan.
Conclusión.
Querer el bien del otro es amar. Que gracia tiene amar a los nuestros? eso hasta los malvados lo hacen, dice Jesús ama a tu prójimo, el apostolado es salir de nosotros, amar al prójimo, al hacerlo aprendemos también a amarnos a nosotros mismos y amar mas y mejor a los nuestros, hacer apostolado es generar un gran cambio en el mundo con una pequeña acción que me ayuda a encontrar el sentido de la vida en apreciar y disfrutar la comida, en nuestro trabajo, en el amor y la amistad, en el apostolado encontramos a Dios, al cambiar un poco el mundo en realidad lo transformamos con el poder multiplicador de un gesto de amor al otro, nuestra vida se vuelve verdadera y significativa, nos convertimos en arquitectos de las almas del otro y al mismo tiempo de la mi alma, esa huella de amor ira pasando de generación en generación y durará mas que cualquier edificio que el humano pueda construir, trascenderemos, los efectos de haber existido, de haber vivido irán muy lejos en el tiempo y en el lugar, haber vivido habrá valido la pena.
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