Charla padre Patrick nuestras desilusiones
José se ha desilusionado de su familia, de la amistad, de los lazos humanos, lo que se puede ver como una purificación de nuestros defectos y ante esas desilusiones queda la reflexión interior y el preguntarnos cual es el mensaje de Dios y ver si hay alguna realidad de la que no seamos concientes de la que debamos purificarnos, esas reflexiones y actos de fe nos ayudará a no generar resentimientos y amarguras.
Al entrar en las pruebas de José y de Jesús y salir de ellas purificados al vivirlas como algo sobrenatural que tiene una razón específica de purificación saldremos mansos, humildes y sobre todo comprendiendo y entendiendo, lo que nos permitirá canalizarlos en actos y no en resentimientos.
José en la cárcel.
La mujer del faraón trata de seducirlo cuando está en la cárcel, y José opta por la castidad y la pureza a cambio del Reino.
Hoy la castidad es hoy algo cuestionado, imposible de cumplir.
El matrimonio pertenece al plan de Dios y el celibato debe verse como una gracia especial. José opta por esa castidad en un compromiso con Dios a pesar de verse expuesto a la tentación. En el mundo de hoy estamos expuestos a la provocación y se requiere entereza para seguir a José y renunciar.
Rezar significa pedir fortaleza y fe para creer en Jesús, su llamado y el poder de la fe y
Estar concientes que todo en nosotros pertenece a Dios. Mirar a Dios y tener un ideal. Ser fiel a Dios, no ofenderle, mirar a Cristo.
¿Qué puede hacer José?
Sin ayuda, atado, abandonado, otra vez como cuando sus hermanos lo ataron.
Después de la bonanza volvía a recibir un golpe tremendo al estar en la cárcel repitiendo un ciclo de un año solar, en tiempo de siembra, como semilla encerrado bajo la tierra, pero destinado a dar fruto.
Cada uno puede pensar en su propia experiencia como vivimos los tiempos de prueba, la primera vez duele, pero la segunda aparece el miedo al sufrimiento.
La prisión y nuestra condición existencial tienen un paralelo, en la cárcel la humanidad se muestra en toda su verdad con toda la posibilidad del bien y del mal.
El que haga apostolado debe acercarse al detenido al prisionero que viven momento de prueba.
José, Jesús, Pablo, San Ignacio han sido prisioneros en esa prueba.
Resentimiento, odio, deseo de morir, son sentimientos del encarcelado, José pudo haber experimentado todo esto viviendo un papel de víctima, pero hay una tercera posibilidad es el de echarse la culpa de todo, repasar la propia vida como una gran cadena de errores y no ver nada positivo, buscar venganza y "justicia", pero quien no tiene fuerza para vengarse se abandona a morir, pero José pone su confianza en Dios. Y Dios lo asiste en su desgracia, Dios está con el y el está con Dios.
Cabe preguntarse si en las crisis personales
reclamo a Dios por que no está conmigo y si en vez de eso nos preguntamos: ¿Yo estoy con Dios?
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