Misericordia trasnochada

Bueno para el día de hoy tengo dos cosas de las cuales escribir son dos cosas que me pasaron el día de ayer domingo y que me hicieron reflexionar sobre mí actuar ante las 2.
Después de no salir en un mes y medio primero porque están comenzamos una dieta mi esposa y yo de trofología y después porque los niños se enfermaron y también porque mi padre enfermo el día de ayer por la mañana salimos a desayunar cuando terminamos de desayunar y estábamos sentados en un parque de d o en un pequeño kiosco que se llama el barrio estamos tú y yo sentados platicando al pie del kiosco cuando llegó una señora una persona un señor más bien Que se notaba que andaba crudisimo a pedir dinero por lo regular Cuando veo a una persona si instintivamente no le doy dinero de hecho casi a veces ni siquiera dejó que se acerque pero ahora que ha empezado esta cuaresma no sé porque no sé en donde Dios me ha dado la gracia de que cada día me da la oportunidad de hacer una obra de misericordia y ayer cuando ya le iba a decir que no al Señor ha hecho creo que ya con la cabeza ya le había dicho que no Entonces me acordé me metí la mano a la bolsa y le dí algo de dinero sus y se me quedó mirando como diciendo que si estás viendo cómo está de hecho el señor alcanzó a decir que andaba bien mal o que ocupaba para un tequila que si no le daba dinero después de que le dé cuando le di el dinero el Señor me agradece y me quiere saludar y a la hora que yo extiendo la mano para saludar lo veo que le falta el dedo pulgar no tiene ni mucho ni nada sino nada más así como como si como si fuera no sé cómo si tú como cuando tienes el ombligo muy chiquito una cosa si El caso es que yo sí lo iba a decir reaccioné pero si lo iba a saludar pero da de saludarlo también me di cuenta que tenía las manos muy sucias y las uñas muy largas como yo estaba tomándome un vaso con agua no le quise saludar por lo sucio de las manos manos no porque no tuviera el dedo por el señor pensó que no lo quise saludar porque no tenía dedo y me dice señor Salúdeme no pasa nada no tenga miedo la gente a veces tiene miedo y yo le dije No no es por eso yo lo agarré y lo saludé a la altura de la muñeca y el señor insistía y yo no lo quise saludar pensando que me iba a ensuciar las manos y ya no iba a poder comer ninguna tostada ni nada después que se me antojara porque no me iba a poder lavar las manos

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