Jesús, mi amigo con esquizofrenia
Ciñe oh patria... Jesús se presenta en mi mostrador cantando el himno nacional, su cerebro va rápido, muy rápido, no lo alcanzo, va del relato de un asesinato de un niño, a los hornos de Hitler pasando por el chapulín colorado, dice que lo pasaron a Estados Unidos, canta la canción a mi manera, sigue con la plática del exorcista en menos de 3 minutos. Continua diciendo que l o van a mandar al psiquiatrico de San Pedro, dice que San Pedro tiene las llaves del cielo, declama una poesía, reza, canta una canción de Emanuel, me platica de una secta satánica y un consejo de brujas. Con la intención de aterrizar un poco le pregunto su edad, me ignora. Jesús solía traer cosas a venderme, dejé de comprarle cuando la voz de mi conciencia me exigió a gritos que lo hiciera (mi propia esquizofrenia) , por que yo me estaba aprovechando y desconocía de donde traía las cosas, una navaja suiza, unos bolígrafos, un bisturí, todas las cosas con aspecto de nuevo, pero de haber estado guardadas